La Pastoral de Conjunto supone la suma del quehacer pastoral de todas las Instancias Diocesanas y su correcto aporte y funcionamiento en bien de la Evangelización: “Por Pastoral de Conjunto entendemos una pastoral articulada (corresponsable por todo el pueblo de Dios), integral (que abarque las cuatro dimensiones de la Iglesia: comunión, anuncio, misión y celebración) y que llegue a todos los sectores (por edades) y ambientes (sociológicos). Es decir, pastoral de conjunto es la implicación de toda la Diócesis en una misma comunión para la misión”
(cfr. BARBOZA Martínez, Raúl; Diccionario de Pastoral y Evangelización; voz: “Pastoral de Conjunto”; Ed. Monte Carmelo; año 2000).
Estamos hablando entonces que todas las personas que participan en el desarrollo pastoral de la Arquidiócesis asuman su papel y lo hagan correctamente. Hablamos entonces de los Obispos, Sacerdotes, Diáconos Permanentes, los Religiosos y Religiosas y sobre todo de los Laicos y Laicas que participan activamente en la Evangelización de sus comunidades. Esto requerirá de un trabajo bien organizado. Así, la Arquidiócesis se divide primero en Zonas Pastorales, Decanatos y Parroquias para una clasificación territorial:
Por Zona Pastoral se entiende un conjunto humano en un territorio bien definido que forma una comunidad particular relativamente autónoma en su desarrollo y que exige una acción pastoral distinta. (cfr. PPO # 313)
Estamos hablando entonces que todas las personas que participan en el desarrollo pastoral de la Arquidiócesis asuman su papel y lo hagan correctamente. Hablamos entonces de los Obispos, Sacerdotes, Diáconos Permanentes, los Religiosos y Religiosas y sobre todo de los Laicos y Laicas que participan activamente en la Evangelización de sus comunidades. Esto requerirá de un trabajo bien organizado. Así, la Arquidiócesis se divide primero en Zonas Pastorales, Decanatos y Parroquias para una clasificación territorial:
Por Zona Pastoral se entiende un conjunto humano en un territorio bien definido que forma una comunidad particular relativamente autónoma en su desarrollo y que exige una acción pastoral distinta. (cfr. PPO # 313)
El Decanato, debe ser una unidad pastoral constituida por varias parroquias que limitan entre sí, a fin de hacer posible la coordinación e integración de la acción pastoral de un determinado territorio. (cfr. PPO # 321)
La Parroquia debe ser, al igual que el primer núcleo del cristianismo, una comunidad de vida, de amor, de solidaridad, de servicio, de fe y de esperanza (Hch. 2, 42-46; 4, 32-35), convocada por Jesucristo como único dueño y Señor (Mt. 16,18), y donde Él está presente todos los días hasta el fin. Efectivamente la Parroquia es el principal lugar institucional donde se desarrolla cualitativa y cuantitativamente la vida cristiana. (cfr. PPO # 330-331).
Al frente de estas Instancias Diocesanas están sacerdotes, que con una autoridad bien distribuida, asumen su responsabilidad para que el Evangelio llegue adecuadamente a todas las personas. Estos espacios territoriales requerirán del apoyo de otras Instancias Diocesanas para la Evangelización, estas son los Secretariados, Departamentos y Comisiones, que elaboran los libros, manuales y subsidios teológicos y pastorales para hacerlos llegar a las Parroquias. Entonces pudiéramos decir: “los párrocos necesitan de los Secretariados, Departamentos y Comisiones para que les hagan llegar los subsidios necesarios para la Pastoral”.
Y a todo esto hay que sumarle el apostolado de los religiosos y religiosas, así como el de los laicos y laicas que también tienen un papel importante en la Pastoral de Conjunto. Los religiosos y las religiosas sobre todo asumen la difícil pero satisfactoria tarea de vivir a ejemplo de Jesucristo nuestro Señor para ser un signo de amor y de entrega radical al Evangelio, pero además, sumándose al trabajo pastoral en las Parroquias, Colegios, Hospitales y asumiendo una muy variada gama de carismas, tan necesarios en la multiplicación del Evangelio. Y no se diga de los Laicos y Laicas, este gran grupo de bautizados que contribuyen con una entrega permanente y fiel al servicio de sus comunidades. ¡Todos tenemos un trabajo pastoral importante y específico en la Arquidiócesis! Y este trabajo tiene que hacerse organizadamente, para asegurar el aporte adecuado y suficiente para que esto funcione.
La Pastoral de Conjunto entonces implica la suma del quehacer pastoral de todas las Instancias Diocesanas y que cada una de ellas lo haga adecuadamente. Nuestro PLAN DIOCESANO DE PASTORAL ORGÁNICA 2011 – 2015 es lo que pretende: especificar el trabajo pastoral a todos los protagonistas de nuestra Arquidiócesis y que cada uno asuma su responsabilidad tratando de que se haga una Pastoral de Conjunto. Todos debemos asumir con mucha responsabilidad nuestra participación en el trabajo pastoral
según nos lo marca nuestro Plan Diocesano y como bien lo enmarca nuestro Señor Cardenal Dn. J. Francisco Robles Ortega en su Carta Pastoral: “La Reconstrucción de nuestra ciudad una tarea de todos”.
Y a todo esto hay que sumarle el apostolado de los religiosos y religiosas, así como el de los laicos y laicas que también tienen un papel importante en la Pastoral de Conjunto. Los religiosos y las religiosas sobre todo asumen la difícil pero satisfactoria tarea de vivir a ejemplo de Jesucristo nuestro Señor para ser un signo de amor y de entrega radical al Evangelio, pero además, sumándose al trabajo pastoral en las Parroquias, Colegios, Hospitales y asumiendo una muy variada gama de carismas, tan necesarios en la multiplicación del Evangelio. Y no se diga de los Laicos y Laicas, este gran grupo de bautizados que contribuyen con una entrega permanente y fiel al servicio de sus comunidades. ¡Todos tenemos un trabajo pastoral importante y específico en la Arquidiócesis! Y este trabajo tiene que hacerse organizadamente, para asegurar el aporte adecuado y suficiente para que esto funcione.
La Pastoral de Conjunto entonces implica la suma del quehacer pastoral de todas las Instancias Diocesanas y que cada una de ellas lo haga adecuadamente. Nuestro PLAN DIOCESANO DE PASTORAL ORGÁNICA 2011 – 2015 es lo que pretende: especificar el trabajo pastoral a todos los protagonistas de nuestra Arquidiócesis y que cada uno asuma su responsabilidad tratando de que se haga una Pastoral de Conjunto. Todos debemos asumir con mucha responsabilidad nuestra participación en el trabajo pastoral
según nos lo marca nuestro Plan Diocesano y como bien lo enmarca nuestro Señor Cardenal Dn. J. Francisco Robles Ortega en su Carta Pastoral: “La Reconstrucción de nuestra ciudad una tarea de todos”.
Todos somos protagonistas de cambio: la Iglesia, la Familia, la Educación, el Estado, la Sociedad, el mundo empresarias, etc. Todos debemos sumarnos en un trabajo conjunto y armónico para ir haciendo la fuerza y logremos con ello la paz que tanto estamos buscando.
Pbro. Walter Fdo. Gómez Olvera
Vicario Episcopal de Pastoral
Pastoral Siglo XXI, Junio-Octubre de 2011
Pbro. Walter Fdo. Gómez Olvera
Vicario Episcopal de Pastoral
Pastoral Siglo XXI, Junio-Octubre de 2011